jueves, 17 de enero de 2013

El realismo mágico argentino


Por Felipe Ignacio Díaz Gorosterrazú

Todo movimiento político, o fenómeno sociopolítico, necesita crear su propio “relato”, y esto, que hoy es remarcado hasta el hartazgo como un defecto, no es tal. No en sí mismo. Solo por dar algunos ejemplo: La revolución cubana, el macartismo, el alfonsinismo, el menemismo y, ahora, el kirchnerismo, han tenido su propio “relato”. Esto no implica, necesariamente, que el relato se sustente de falsedades; sino en la visión subjetiva que se hace de la realidad en la que a cada uno de estos colectivos sociales les ha tocado operar… o ambas cosas, dependiendo del ojo con que se lo mire. En lo que a mi globo ocular respecta, creo que el “relato” del kirchnerismo será recordado por la doble visión, acomodada según las urgencias del momento.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner fue la tercera oradora en el “World Future Energy Summit 2013”, llevado a cabo en  Abu Dhabi, hace algunos días. El discurso, plagado de datos extraídos de estudios del Banco Mundial, en su gran mayoría, merece ser analizado porque es un fiel reflejo de algunos dobles estándares a los que el kirchnerismo ha recurrido desde su llegada a la Casa Rosada, en el 2003.
 Como primera medida, es de destacar que quien escribe estas líneas, coincide con la primera mandataria, cuando tomó la palabra en aquel hotel de lujos que lindan con el morbo, en Medio Oriente, y señaló que los países desarrollados exigen a sus pares del tercer mundo, estándares ambientales que ellos violan sistemáticamente, desde hace décadas; y que son los grandes responsables del calentamiento global, entre otros grandes descalabros en el ambiente.  Pero esto no invalida que, en gran parte de su alocución, la Presidenta haya incurrido en contradicciones, doble discurso y errores.
Tuvo toda la razón, cuando señaló que: “El uso de energía per cápita medida en kilogramos de unidad de petróleo, equivalente en los países de altos ingresos, es el cuádruple del promedio de utilización de energía de los países emergentes de ingresos medios, y es casi 14 veces el registrado por los países más pobres.” Para dar un ejemplo gráfico y simple: EEUU cuenta con el 5% de la población mundial, y consume el 25% de los recursos naturales que produce todo el mundo. Pero, volviendo al discurso en cuestión, mas adelante dijo: “No habrá un medio ambiente sano, mientras haya franjas numerosas de la población global sumidas en la más extrema pobreza… Para ello se necesitan Estados fuertes que asuman el compromiso de proveer energía con un criterio de igualdad. Esta debe ser la energía del futuro, como sugiere el título de este encuentro, una energía sostenible de acceso universal…” Hasta acá, venimos bien. Si hasta me dan ganas de hacerme oficialista… Pero tenía que seguir hablando…:  “Queda mucho por avanzar aún”, aseguró, pero pidió ser “realista” al reconocer que en los próximos veinte o treinta años las energías fósiles –como petróleo y gas– seguirán siendo el motor del crecimiento. “Detener el motor del crecimiento y el desarrollo económico impactaría terriblemente en la calidad de vida de numerosos pueblos y, por lo tanto, no sería compatible un medio ambiente sustentable con gran cantidad de población a nivel global sumida en la pobreza.” Y bue… Me duró poco el entusiasmo…


La Presidenta de la Nación sigue negada a la realidad de que el modelo de híper-consumo, como impulsor del crecimiento económico, es un suicidio. Cuando pronuncia la frase “seamos realistas” en materia ambiental, un frío me recorre la espalda. Sigue aferrada al dogma del “productivismo” que nos guiará, inevitablemente, al colapso.
Ser “realistas”, para nuestro gobierno, significa insistir con el modelo de agro negocios hecho a la medida de Monsanto, continuar con la mega minería a la medida de la Brrick Gold, Yamana Gold  y otras similares, propiciar la extracción de hidrocarburos no convencionales servida en bandeja a Schlumbeger, Chevrón y Halliburton. Solo estos tres ítems marcan un presente y futuro de desastre ambiental de proporciones inéditas en nuestro país y la región. 
¡Lo ideal no es que todos podamos consumir como un yanqui promedio, porque es imposible!!! Para sustentar eso necesitaríamos… (Si representan el 5% de la población mundial, y se traga el 25% de los recursos naturales que produce el mundo: ¿El 100% de la población mundial consumiría…?) 5 (cinco) planetas Tierra, como para empezar… ¿Tan difícil de entender es que este sistema de producción ilimitada, es inviable en un planeta de recursos finitos? ¿Qué el “comprar, tirar, comprar” es una bola de nieve que nos va a aplastar a notros, a los yanquis y a todos los habitantes de este pequeño planeta? Es de suponer que a nuestra presidenta no le han acercado las proyecciones “realistas” de muchos experto que estiman que en los próximos 25 años, la población mundial crecerá un 30% y que el Producto Bruto per cápita crecerá un100%, lo que aumentará las emisiones tóxicas, como mínimo, un 40%.  
Luego de su intervención, CFK mantuvo una reunión con los CEO de las 18 firmas líderes de Emiratos Árabes, donde la ostentación y el derroche de recursos no renovables solo pueden ser igualadas, tal vez, por la ciudad de La Vegas. Luego se reunió con Diego Armando Maradona. Sería poco “realista” esperar que el astro del futbol mundial le haya hecho entender que el planeta no se mancha.



“El que crea que puede existir un crecimiento económico infinito en un planeta finito, o es un loco, o es un economista.”
                                                                                                                Kenneth Boulding

Fuente: Página 12  

No hay comentarios: