domingo, 26 de agosto de 2012

La política es una mierda¡¡¡


Si sos de los que creen (o repiten como lorito; para el caso, es lo mismo) la frase que le da titulo a estas líneas, te recomiendo que no las leas.
Es altamente preocupante el grado de proliferación que está teniendo, en este último tiempo, el nefasto, tilingo y fascistoide  discurso anti política. Preocupante, principalmente, porque  a 29 años de recuperada la democracia, es deseable pensar que hemos evolucionado, en mayor o menor medida, como sociedad. Lo que está ocurriendo no es un estancamiento en ese sentido, sino algo peor: involucionamos.
Desde la fría etimología podemos decir que la utilización del término ganó popularidad en el siglo V a.c., cuando Aristóteles desarrolló su obra titulada justamente “Política”. El término proviene de la palabra griega polis, cuyo significado hace alusión a las ciudades griegas. La política es una actividad orientada a la toma de decisiones de un grupo para alcanzar ciertos objetivos.
A pesar de que escribir esto me deja la sensación de que nos atrasa el almanaque por lo menos 30 años, repasemos algo: La política es una herramienta con la que los ciudadanos contamos para intentar cambiar una realidad, no deseable o mejorable. Como toda herramienta, se puede usar mal, o usar bien. Recurriendo a un ejemplo ya utilizado en esta columna, reitero: un martillo nos puede ser muy útil a la hora de clavar un clavo; pero un martillazo en el cráneo pude hacer mucho daño. En definitiva, las herramientas en si mismas, no son ni buenas ni malas, todo depende del uso que le damos. 
También es importante destacar que, aunque no demos acuse de recibo, casi todas las actividades de la vida, sobre todo en los sistemas democráticos, están impregnadas de política. Todos tenemos una política familiar, una política laboral, una política económica particular, etc. ¿Quién no ha escuchado la famosa frase “política de la empresa”, ante alguna gestión que hemos realizado? Si, hasta las empresas del sector privado practican políticas.
Claro que, el verdadero miedo, el verdadero cuco que agitan desde algunos sectores del poder, y que muchos reproducen por variados motivos, es el de la política+ideología... y en las escuelas¡¡¡ Buuuuu¡¡¡ Entonces el tilingaje de todo calibre, con la misma convicción con que repetían, en época de dictadura, “algo habrán hecho”, ahora se espantan ante la posibilidad de que a los chicos se les active la conciencia; que dejen de ser esas plastilinas moldeables a la medida del sistema capitalista o, caso contario, desechables. 
Pero si solo se tratara del tilingaje burgués o aburguesado (aunque se parecen, no son lo mismo), que de lo más emocionante de lo que gusta participar es de putear en el muro de Facebook o dejar mensajes anónimos en algún medio de comunicación, no sería nada. Cuando periodistas, dirigentes partidarios e intelectuales reaccionan con el estupor de una niña virgen violada, la cosa se torna mas grave.
A riesgo de ser criticado por autorreferencial, voy a contar mi experiencia personal, con la intención de dejar en claro que el testimonio es de primera mano:
Corría el año 1984/1985 y yo promediaba mis estudios en la escuela secundaria. Con un grupo de compañeros, dos de ellos amigos personales míos, no encomendamos a la tarea de formar el primer Centro de Estudiantes de la Escuela, en este nuevo proceso democrático. No olvido nunca el entusiasmo que nos invadía con cada idea, cada acción que planeábamos.
Fue en ese marco que recibimos la invitación (hoy se le dice “cooptación”, porque es una palabra que mete mas miedo) de la Juventud Radical de aquel entonces, para que nos acercáramos al comité, con la promesa de darnos una mano. Así lo hicimos, y en verdad recibimos mucha ayuda e ideas ya que, en el centenario partido a nivel nacional, se había empezado a lanzar “FRANJA MORADA SECUNDARIOS”. De hecho, nuestra lista para las elecciones de la escuela se llamó “LISTA MORADA”, lo cual produjo cierto revuelo y algunos encontronazos con las autoridades de la institución. Por aquel entonces el miedo era justificado, ya que hacía solo dos años habíamos salido de uno de los períodos más tenebrosos de nuestra historia como país. Desde la oposición no salieron a rasgarse las vestiduras por el “lavado de cerebros” que estaban sufriendo los alumnos; pusieron manos a la obra y, tanto el Peronismo como el Socialismo, presentaron su propia lista.  Fue en ese período en que llené mi curto de afiches con la cara de Raúl Alfonsín, participé de un encuentro de estudiantes secundarios radicales en Concepción del Uruguay y leí, por primera vez, el libro NUNCA MÁS… (Hoy, a todo esto, se le dice “adoctrinamiento”, porque es una palabra que mete mas miedo) Yo contaba con 16 años de edad…
Pasó el tiempo, el entusiasmo (tanto nuestro como del partido hacia los jóvenes) se desvaneció, y la dura derrota del Radicalismo de 1987, diluyó aquella increíble efervescencia de participación en la que, tanto nosotros como la oposición, nos sentíamos protagonistas. Mi evolución, con el paso de los años, hizo que este partido y mi inclinación ideológica llegaran a tener caminos casi opuestos. Lo confirmo hoy, cuando leo y escucho a encumbrados dirigente despotricando en contra del “adoctrinamiento” en la escuelas y reuniéndose con, nada más ni nada menos que, Mauricio  Macri (¿?). Reproduciendo un discurso berreta y anti político que, en épocas de Alfonsín, ellos mismos combatieron. Se olvidaron, o no se quieren acordar, que el “NUNCA MÁS” también era para el “NO TE METAS”.
No desconozco que estos 30 años de democracia nos han llevado de decepción en decepción hacia nuestra dirigencia política. Pero tampoco debemos olvidar que nuestra dirigencia no nace de los repollos, ni desciende los OVNIS. Nuestra dirigencia surge de entre nosotros, de esta sociedad; así que, mal que nos pese, es un reflejo de lo que somos.
Por ultimo, quiero dejar en claro que esto no es un intento de justificar a la agrupación “La Cámpora” y su poco claro accionar, que cuenta con medios mas que suficientes para defenderse por si sola. Es un llamado de atención a la insistente estigmatización a la que es sometida, y por carácter transitivo a toda la militancia política en general, desde algunos sectores del poder económico, sus medios de comunicación y los repetidores autómatas. No son santos de mi devoción, pero leer y escuchar a ignotos opinólogos del stabishmen comparando al oficialismo y sus agrupaciones militantes con el Nazismo me subleva, porque insultan mi poca inteligencia. Nunca escuché ni leí a estos mismos eruditos del libre mercado, hablar del adoctrinamiento neoliberal que recibimos, y se sigue recibiendo, en nuestras escuelas, solo por dar un ejemplo de lo que no hablan ni escriben.
Al poder, el verdadero poder que es el económico, le interesa la no participación, la obediencia, la ideología desideologizante, que el Estado funcione como una empresa privada que solo debe lucrar y favorecer a los de siempre (ellos), las escuelas generadoras de zombis. Así surgen iniciativas como la de un 0800 para denunciar a los que se salen de la manga, o como lo dijera el tristemente celebre contralmirante Julio Juan Bardi, cuando era ministro de Bienestar Social de la dictadura: “El exceso de pensamiento, en el ambiente estudiantil,  lleva a estas desviaciones…”. Nunca se había hecho tan evidente el perfil ideológico de un sector político, pero no debe sorprender a nadie.
Yo quiero, aspiro, anhelo más política, más participación, más ideologías. La ecología, el humanismo, la educación, la salud, el trabajo, la cultura, son solo algunas de los ítems donde hay mucho, o casi todo, por decir y hacer. Cualquier acción en ese sentido será política. Está en nosotros seguir puteando a todo y todos en Facebook o en mensajes anónimos a los medios, o meter los pies en el barro de la historia para que no se caiga el porvenir.

"El peor analfabeto es el analfabeto político
No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos.
No sabe que el costo de la vida, el precio del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas.
El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha elpecho diciendo que odia la política.
No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado, y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales."

Bertolt Brecht

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