domingo, 20 de marzo de 2016

Cambio de Gobierno, cambio de relato.


En definitiva, todo se trata de la lucha por el PODER…
Quien aspire a ostentar el PODER REAL debe tener bien claro que su verdad deberá ser impuesta como “LA VERDAD”; el sentido común debe ser moldeado a su imagen y semejanza.
Por supuesto que cuando hablo del PODER REAL, no hablo solo del poder político que es una parte menor, subordinado al primero. Pero el político con aspiraciones de poder sabe que necesita comunicar su verdad.  A esto, los voceros del PODER REAL, lo han denominado en los últimos tiempos “EL RELATO”. Y como ocurre con lo que instalan estos voceros muy bien pagos, la gran mayoría de nosotros internalizó el concepto aunque no supiera muy bien de lo que se trataba.
Hace algunos años, cuando escribía para un medio digital ya extinto, expuse que todo movimiento social y político, de la ideología que fuese, está indefectiblemente acompañado de un relato y que esto de novedoso no tenía nada: La Revolución Francesa, la Revolución del Parque de 1890, el macartismo norteamericano, la inquisición de la Iglesia Católica, la resistencia civil contra el colonialismo inglés de Mahatma Gandhi y una cantidad interminables de etcéteras, dan cuenta de esto.
A 100 días de su acceso a la pequeña parte del PODER REAL, que es el poder político, el PRO con Mauricio Macri (llegado desde el poder real) a la cabeza, deja ver cuál será el nuevo relato que signará a la nueva administración. En una muy buena nota aparecida en enero de este año, en la revista “Ideas de Izquierda” (*) tenemos una primera pista sobre este nuevo relato:

"Se dice que Mauricio leyó. Se dice además, que leyó un libro y que lo tiene en alta estima por la forma en que valora el “egoísmo racional” como virtud. Allí abreva a la hora de sintetizar el nuevo espíritu del capitalismo PRO según el cual “los hacedores derrotaron a los parásitos” en esta condenada sociedad K… Del lado de los hacedores están los empresarios y los profesionales…; mientras que del lado de los parásitos se encuentra la casta política y aquellos que necesitan ayuda para sobrevivir en el mercado."

En este excelente párrafo ronda gran parte del nuevo relato: Hacedores vs. Parásitos. Y, por supuesto, han salido a la caza de (lo que ellos consideran) los Parásitos. El ex niño mimado de G. P. Morgan y María Amalia Sara Lacroze de Fortabat, actual ministros de finanzas, Alfonso Prat Gay encontró un matiz y los llamó “la grasa militante”, reafirmando el fuerte carácter anti político que tiene este nuevo relato.
Otro dato muy esclarecedor sobre el estilo del nuevo gobierno y sus orígenes, lo podemos encontrar en una nota hecha por la TV Pública (**), a fines del 2009, a la periodista, investigadora y escritora Stella Calloni:

"UnoAmérica fue creada para oponerla a UNASUR, lo más parecido a la “Operación Cóndor” que ha aparecido en los últimos tiempos. Al revisar las fundaciones asociadas a UnoAmérica, se desprende que todas son financiadas por N.E.D. (Sigla en inglés de “Fundación para la Democracia”) o la USAID (“Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos”), que era la vieja “Agencia Internacional para el Desarrollo”, que las tenemos en la memoria porque de ahí surgieron torturadores, son conocidas como “la cara social de la CIA”. Desde los años 80 trabajan en todo el continente subvencionando proyectos, movimientos, fundaciones he incluso, partidos políticos que supuestamente fomentan la paz en la región.
Lo único que nos puede salvar de estos golpes o guerra de baja intensidad contra los gobiernos de Latinoamérica, es hacer un seguimiento del dinero que traen este tipo de fundaciones desestabilizadoras.
Los lazos de UnoAmérica nos llevan, por ejemplo, a la FAES (Fundación para el Análisis Económico y Social), dirigida por el ex presidente de España: José María Aznar; a la Fundación Internacional para la Libertad, presidida por el escritor Mario Vargas Llosa, y a sus representantes argentinas como la rosarina Fundación Libertad. En nuestro país, entre muchas más, también podemos mencionar a la agrupación política ya extinta Unión Ciudadana que después fue Unión por Todos y la Fundación Pensar. Y ya sabemos a dónde nos llevan estas últimas…

Se removieron todos los viejos esquemas del Plan Cóndor, y se sienten con derecho a trasladarse de un país a otro el accionar militar y político. Todo esto se puede detener pero hay que tener voluntad política e informar a la ciudadanía sobre todo esto. Si no informamos al país sobre esto, la invasión silenciosa se transformará en una invasión abierta…"


Queda claro que donde dice “guerra de baja intensidad, se debe leer todo tipo de artimañas inescrupulosas que el dinero pueda comprar, para desestabilizar gobiernos poco alineados, poner gobiernos subordinados y, principalmente lo que hemos visto en estos últimos días, evitar que vuelvan gobiernos poco amigables con los intereses norteamericanos. El rastreo y confirmación de lo dicho en esta nota está al alcance de cualquiera que tenga las ganas y acceso a internet.
Para finalizar, les dejos el último párrafo de una capítulos del libro “1976 El golpe civil” del periodista y escritor Vicente Muleiro, dedicado a la vertientes procesistas del PRO:

"Lejos de representar siquiera la reformulación de un partido conservador moderno que reconfigure a los sectores de derecha en la era democrática las vertientes autoritarias del PRO, el lenguaje primario de su jefe y el rescate y reciclaje de tantos procesistas puros, colocan a esta fuerza política como una vertiente directa del activismo restaurador más rancio de la Argentina. Ni siquiera posee en sus filas dirigentes o adherentes de la densidad intelectual que rodearon al roquismo, más allá de cualquier evaluación ideológica sobre su diseño de país atravesado por el positivismo y el elitismo. Con este perfil, en el PRO emerge, y se nota sobre todo en los momentos conflictivos, un reflejo condicionado que descarta la complejidad de los procesos sociales y pone sobre el tapete una concepción meramente policial de las políticas públicas."




Resumiendo

Podemos inferir, de forma muy condensada, que el nuevo relato consta de: 1- Un marcado “hacedores vs parásitos”, 2- agenda prácticamente impuesta por el departamento de Estado norteamericano y 3- visión meramente policial de las políticas públicas descartando la complejidad de los procesos sociales.
En estos primeros 100 días no he visto otra cosa…  



(***) “1976 El golpe civil” Vicente Muleiro  (Editorial Planeta – 2011)



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