En definitiva, todo se trata de
la lucha por el PODER…
Quien aspire a ostentar el PODER REAL
debe tener bien claro que su verdad deberá ser impuesta como “LA VERDAD”; el
sentido común debe ser moldeado a su imagen y semejanza.
Por supuesto que cuando hablo del
PODER REAL, no hablo solo del poder político que es una parte menor, subordinado
al primero. Pero el político con aspiraciones de poder sabe que necesita
comunicar su verdad. A esto, los voceros
del PODER REAL, lo han denominado en los últimos tiempos “EL RELATO”. Y como
ocurre con lo que instalan estos voceros muy bien pagos, la gran mayoría de
nosotros internalizó el concepto aunque no supiera muy bien de lo que se
trataba.
Hace algunos años, cuando
escribía para un medio digital ya extinto, expuse que todo movimiento social y
político, de la ideología que fuese, está indefectiblemente acompañado de un
relato y que esto de novedoso no tenía nada: La Revolución Francesa, la
Revolución del Parque de 1890, el macartismo norteamericano, la inquisición de
la Iglesia Católica, la resistencia civil contra el colonialismo inglés de
Mahatma Gandhi y una cantidad interminables de etcéteras, dan cuenta de esto.
A 100 días de su acceso a la
pequeña parte del PODER REAL, que es el poder político, el PRO con Mauricio Macri
(llegado desde el poder real) a la cabeza, deja ver cuál será el nuevo relato
que signará a la nueva administración. En una muy buena nota aparecida en enero
de este año, en la revista “Ideas de Izquierda” (*) tenemos una primera pista
sobre este nuevo relato:
"Se dice que Mauricio leyó. Se dice además, que leyó un libro y que lo
tiene en alta estima por la forma en que valora el “egoísmo racional” como
virtud. Allí abreva a la hora de sintetizar el nuevo espíritu del capitalismo
PRO según el cual “los hacedores
derrotaron a los parásitos” en esta condenada sociedad K… Del lado de los
hacedores están los empresarios y los profesionales…; mientras que del lado de
los parásitos se encuentra la casta política y aquellos que necesitan ayuda
para sobrevivir en el mercado."
En este excelente párrafo ronda
gran parte del nuevo relato: Hacedores vs. Parásitos. Y, por supuesto, han
salido a la caza de (lo que ellos consideran) los Parásitos. El ex niño mimado
de G. P. Morgan y María Amalia Sara Lacroze de Fortabat, actual ministros de
finanzas, Alfonso Prat Gay encontró un matiz y los llamó “la grasa militante”,
reafirmando el fuerte carácter anti político que tiene este nuevo relato.
Otro dato muy esclarecedor sobre
el estilo del nuevo gobierno y sus orígenes, lo podemos encontrar en una nota
hecha por la TV Pública (**), a fines del 2009, a la periodista, investigadora
y escritora Stella Calloni:
"UnoAmérica fue creada para oponerla a UNASUR, lo más parecido a la
“Operación Cóndor” que ha aparecido en los últimos tiempos. Al revisar las
fundaciones asociadas a UnoAmérica, se desprende que todas son financiadas por
N.E.D. (Sigla en inglés de “Fundación para la Democracia”) o la USAID (“Agencia
para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos”), que era la vieja “Agencia
Internacional para el Desarrollo”, que las tenemos en la memoria porque de ahí
surgieron torturadores, son conocidas como “la cara social de la CIA”. Desde
los años 80 trabajan en todo el continente subvencionando proyectos,
movimientos, fundaciones he incluso, partidos políticos que supuestamente
fomentan la paz en la región.
Lo único que nos puede salvar de estos golpes o guerra de baja
intensidad contra los gobiernos de Latinoamérica, es hacer un seguimiento del
dinero que traen este tipo de fundaciones desestabilizadoras.
Los lazos de UnoAmérica nos llevan, por ejemplo, a la FAES (Fundación
para el Análisis Económico y Social), dirigida por el ex presidente de España:
José María Aznar; a la Fundación Internacional para la Libertad, presidida por
el escritor Mario Vargas Llosa, y a sus representantes argentinas como la
rosarina Fundación Libertad. En nuestro país, entre muchas más, también podemos
mencionar a la agrupación política ya extinta Unión Ciudadana que después fue
Unión por Todos y la Fundación Pensar. Y ya sabemos a dónde nos llevan estas
últimas…
Se removieron todos los viejos esquemas del Plan Cóndor, y se sienten
con derecho a trasladarse de un país a otro el accionar militar y político.
Todo esto se puede detener pero hay que tener voluntad política e informar a la
ciudadanía sobre todo esto. Si no informamos al país sobre esto, la invasión
silenciosa se transformará en una invasión abierta…"
Queda claro que donde dice
“guerra de baja intensidad, se debe leer todo tipo de artimañas inescrupulosas
que el dinero pueda comprar, para desestabilizar gobiernos poco alineados,
poner gobiernos subordinados y, principalmente lo que hemos visto en estos
últimos días, evitar que vuelvan gobiernos poco amigables con los intereses
norteamericanos. El rastreo y confirmación de lo dicho en esta nota está al
alcance de cualquiera que tenga las ganas y acceso a internet.
Para finalizar, les dejos el
último párrafo de una capítulos del libro “1976 El golpe civil” del periodista
y escritor Vicente Muleiro, dedicado a la vertientes procesistas del PRO:
"Lejos
de representar siquiera la reformulación de un partido conservador moderno que
reconfigure a los sectores de derecha en la era democrática las vertientes
autoritarias del PRO, el lenguaje primario de su jefe y el rescate y reciclaje
de tantos procesistas puros, colocan a esta fuerza política como una vertiente
directa del activismo restaurador más rancio de la Argentina. Ni siquiera posee
en sus filas dirigentes o adherentes de la densidad intelectual que rodearon al
roquismo, más allá de cualquier evaluación ideológica sobre su diseño de país
atravesado por el positivismo y el elitismo. Con este perfil, en el PRO emerge, y se nota sobre todo en
los momentos conflictivos, un reflejo condicionado que descarta la complejidad
de los procesos sociales y pone sobre el tapete una concepción meramente
policial de las políticas públicas."
Resumiendo
Podemos inferir, de forma muy
condensada, que el nuevo relato consta de: 1- Un marcado “hacedores vs
parásitos”, 2- agenda prácticamente impuesta por el departamento de Estado
norteamericano y 3- visión meramente policial de las políticas públicas
descartando la complejidad de los procesos sociales.
En estos primeros 100 días no he visto
otra cosa…
(***) “1976
El golpe civil” Vicente Muleiro
(Editorial Planeta – 2011)
No hay comentarios:
Publicar un comentario