En la temporada N° 7, episodio N°16, de la popular seria animada “Los Simpson”, Lisa se tropieza con la realidad de que el héroe máximo de la localidad donde viven y que lleva su nombre, Jeremías Springfield, es un completo fraude histórico. Ante esa verdad, y tras ver el fuerte componente de cohesión social que significa la figura del “héroe” en cuestión, la niña decide callar y dejar que el mito siga su camino en el imaginario colectivo.
Algunos historiadores se han encontrado,
en algún momento, con la misma disyuntiva que Lisa Simpson: Decidir qué es más
importante, una verdad comprobada, que erosione nuestro sentido de pertenencia,
o un mito que nos enorgullezca como colectivo social.
Eso le ocurrió al Dr. Rodolfo Terragno,
en el año 1981, mientras investigaba en Inglaterra para uno de sus libros sobre
la vida y obra del Gral. José de San Martín. Sanmartiniano como pocos, Terragno
se encontró con un documento, en archivos escoceses, que lo debe haber dejado
boquiabierto.
“El propósito de mi investigación era hallar datos sobre James Duff,
cuarto Conde de Fife, y otros posibles contactos de San Martín en Escocia.” (1)
El documento en cuestión era, ni
más ni menos, que el conocido como “Plan Maitland”, fechado en el año 1800.
“El plan fue recibido y considerado seriamente por el gobierno de
William Pitt El Joven. Maitland elevó un texto preliminar al Secretario de
Guerra, Henry Dundas (más tarde primer Vizconde Melville), quien lo citó para
discutir detalles. De la entrevista Dundas-Maitland surgió el plan definitivo,
que fue puesto en posesión del Secretario de Guerra a mediados de 1800.
El gobierno de Pitt cayó el 3 de febrero de 1801. El Plan Maitland
pareció quedar, entonces, en el olvido. Los originales permanecerían ocultos
durante 181 años.” (2)
Su título original es el
siguiente: “Plan para capturar Buenos
Aires y Chile y luego ‘emancipar’ Perú y México.”
“La mención de México –descubrí más tarde– era un error: el objetivo del plan era la emancipación de Perú y Quito (el actual Ecuador). Al exponer su plan, Maitland escribió dos veces ‘México’ en lugar de Quito, pero luego advirtió el error: en ambos casos tachó ‘México’ y escribió, abajo, ‘Quito’.”
Maitland propuso:Sir Thomas Maitland y el Gral. San Martín
1. Ganar el control de Buenos
Aires. “He concebido un ataque
sobre Buenos Aires”, informó Maitland a Dundas. Para eso, calculó que harían
falta 4.000 soldados de infantería y 1.500 de caballería, con “una proporción
de artillería”.
2. Tomar posiciones en Mendoza. “Una vez capturada Buenos Aires [el]
objeto debería ser enviar a un cuerpo a tomar posiciones al pie de la falda
oriental de los Andes, para cuyo propósito la ciudad de Mendoza es indudablemente
la más indicada”.
3. Coordinar acciones con un
ejército en Chile. Este otro ejército
debía consistir en 3.000 soldados de infantería y 400 de caballería “con una
proporción de artillería”. La mitad de la infantería debía “dirigirse de
Inglaterra al Cabo de la Buena Esperanza en barcos destinados en última
instancia a Sudamérica”. La otra mitad debía ser provista por India, desde
donde debía salir, apenas estuviera lista, “directamente a la Botany Bay”, en
Australia, a los efectos de navegar luego a Sudamérica. El objetivo era
“indudablemente Chile”. Debía atacar Valparaíso y Santiago o, “si encontrara
que los españoles tienen la fuerza suficiente para hacer que un inmediato
ataque sobre Valparaíso o Santiago resulte inoportuno”, la fuerza debía
“dirigirse al Río Bío-Bío y obtener refuerzos mediante un trato con los
indios”.
4. Cruzar los Andes. “El cruce de los Andes desde Mendoza hacia
las partes de Chile es una operación de alguna dificultad [...] Aun en verano,
el frío es intenso, pero con tropas a ambos lados, cuesta suponer que nuestros
soldados no pudieran seguir una ruta que ha sido adoptada desde hace tiempo
como el canal más apropiado para importar negros a Chile”.
5. Derrotar a los españoles y
controlar Chile. El objetivo de
esta etapa era “destituir al actual gobierno [español] de Chile” y convertir a
ese territorio en “un punto desde el cual podríamos dirigir nuestros esfuerzos
contra las provincias más ricas”. Esta era la tarea a cumplir por las fuerzas
unificadas del ejército que debía cruzar los Andes y el que llegaría por mar.
6. Continuar por mar a Perú. “Si el plan fuera exitoso en toda su
extensión, el Perú quedaría inmediatamente expuesto a ser ciertamente
capturado” y “últimamente podríamos extender nuestra operación hasta
desmantelar todo el sistema colonial, aun por la fuerza si resultare
necesario”. Lo indicado era evitar toda violencia innecesaria: “Un coup de main
sobre el puerto del Callao y la ciudad de Lima podría resultar probablemente
exitoso, y los captores podrían obtener mucha riqueza, pero ese triunfo, a
menos que fuéramos capaces de mantenernos en el Perú, terminaría provocando la
aversión de los habitantes a cualquier conexión futura, de cualquier tipo, con
Gran Bretaña”.
7. Emancipar al Perú. “El fin de nuestra empresa sería
indudablemente la emancipación del Perú y (Quito)”. (3)
Imagen extraída del libro "Maitland y San Martín"
Deberíamos reconocer que el Dr.
Terragno tuvo la valentía, que hoy casi nadie tiene, de darlo a conocer en su
libro “Maitland y San Martín”, de cuyas páginas transcribo varios párrafos
textuales en este escrito. Es cierto también que le tomó 17 años publicarlo y
que en sus páginas se puede ver el conmovedor esfuerzo del historiador, abogado
y hombre de Estado, por minimizar los daños a la imagen del “Padre de la
Patria”.
Dentro de las múltiples
interpretaciones y especulaciones, me parece que sostener que el General José
de San Martín era un agente o espía de la corona inglesa, es como mínimo,
temerario. Pero no es menos cierto que cuando más se atan los cabos sueltos de
esta historia, los vasos comunicantes entre la “Epopeya Emancipadora” del
“Santo de la Espada” y los intereses británicos en Sudamérica, no dejan de
aparecer de forma muy inquietante.
El conocer este Plan provoca el surgimiento de muchas preguntas extremadamente incómodas y hacen temblar la base misma de la historiografía oficial. Algo que también es indiscutible, es que el “Plan Maitland” se ha convertido en un tema tabú en la historiografía argentina. Como le sucedió a Lisa Simpson, se elige el mito aglutinador de la identidad nacional, con San Martín a la cabeza del panteón nacional de héroes, creado por Bartolomé Mitre.
Sostengo, como el Gral. San
Martín: “Seamos libres, que lo demás no importa nada…” Y agrego una pregunta:
¿Podremos ser libre sin saber la verdad de nuestra historia? ¿Seguiremos
dejando que un puñado de selectos intelectuales siga decidiendo cuál es el
cuentito que el pueblo debe saber y cuáles las verdades inconvenientes de ser
conocidas por el “populacho”?
Lisa Simpson contra Jeremías Springfield
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